aprendizaje basado en retos

6 fases del aprendizaje basado en retos que te ayudan a aprender con propósito 🏆

¿Cómo te sentirías si lo que aprendes tuviera un impacto fuera del aula? El aprendizaje basado en retos es una metodología educativa que busca involucrarte en la resolución de problemas reales.

Ya que resolver situaciones reales exige que pienses, tomes decisiones, trabajes con otros y entiendas por qué lo que haces tiene sentido, este tipo de aprendizaje requiere que dejes de aprender desde la distancia para empezar a involucrarte.

Cuando aplicas este tipo de aprendizaje, tu rol se vuelve más activo y conectado con tu realidad. La adquisición de conocimientos deja de ser un trámite y se convierte en una experiencia con impacto.

Este enfoque de enseñanza te permite desarrollar habilidades que no siempre se fortalecen en los modelos tradicionales y que resultan útiles tanto en clase como en tu vida personal y profesional.

Diversos estudios han respaldado su efectividad. Según un informe de la Universidad de Stanford, los estudiantes que aprenden a través de retos muestran un mayor compromiso y retienen mejor los contenidos.

Además, un estudio de la Fundación Buck Institute for Education señala que este enfoque mejora el rendimiento académico y prepara mejor a los alumnos para situaciones laborales reales.

¿Qué es el aprendizaje basado en retos?

El aprendizaje basado en retos es una metodología educativa en la que tú, como estudiante, enfrentas un desafío real o simulado que necesita ser resuelto. El objetivo es que aprendas de manera profunda, conectando lo que ves en clase con situaciones reales.

A diferencia de las clases tradicionales, aquí no se trata solo de escuchar y memorizar. Vas a investigar, trabajar en equipo, tomar decisiones y aplicar lo que sabes para encontrar soluciones concretas. Este enfoque te ayuda a desarrollar habilidades importantes para tu futuro profesional:

  • La colaboración.
  • El pensamiento crítico.
  • La capacidad de resolver problemas.

En el aprendizaje basado en retos, tú eres protagonista de tu proceso. Los retos están diseñados para que lo que aprendas tenga sentido y utilidad en contextos reales. Por ejemplo, en vez de estudiar solo teoría sobre sostenibilidad, puedes crear una propuesta para reducir el consumo energético en tu escuela o comunidad.

¿Cuál es la diferencia entre aprendizaje basado en retos y el aprendizaje basado en problemas?

Aunque el aprendizaje basado en retos y el aprendizaje basado en problemas comparten elementos como tu participación activa y el enfoque en situaciones reales, no son lo mismo. La diferencia principal está en el tipo de problema que se plantea y en el propósito del proceso de aprendizaje.

En el aprendizaje basado en problemas, tú partes de una situación específica y bien definida que necesitas analizar y comprender. El objetivo es que investigues para encontrar una solución, pero sobre todo que adquieras ciertos conocimientos teóricos mientras resuelves ese caso. Este enfoque es común en áreas como medicina o derecho, donde trabajar con casos te ayuda a dominar conceptos clave.

En cambio, en el aprendizaje basado en retos, el problema es más amplio, abierto y vinculado a un contexto real. Aquí no solo aplicas lo que sabes, sino que generas una propuesta de acción concreta que puede tener un impacto en tu entorno o comunidad. Además de aprender, estás actuando con un propósito claro.

¿Cuáles son las características del aprendizaje basado en retos?

Cuando participas en una experiencia de aprendizaje basado en retos, no te limitas a estudiar teoría. Esto se debe a que esta metodología de aprendizaje te invita a asumir un rol activo que cuenta con las siguientes características:

Enfrentas un reto real o contextualizado

El aprendizaje basado en retos tiene una relevancia contextual, porque su punto de partida es un desafío que se relaciona con un problema actual y real, así que puede ser una situación que ocurre en:

  • Tu entorno.
  • La comunidad.
  • Un contexto profesional.

Esto facilita una conexión entre la teoría y la práctica, lo que ayuda a que el aprendizaje sea más significativo y aplicable.

Tú eres el protagonista del proceso de aprendizaje

Esta metodología de aprendizaje tiene un enfoque centrado en el alumno, haciendo que los estudiantes sean los protagonistas de su propio proceso de aprendizaje.

Por eso tu rol es activo desde el principio, lo cual fortalece tu autonomía, responsabilidad, compromiso y la capacidad para liderar tu propio aprendizaje, ya que eres el encargado de:

  • Tomar decisiones.
  • Buscar información.
  • Evaluar opciones.

El trabajo colaborativo es esencial

Este tipo de aprendizaje promueve el trabajo en equipo, una competencia muy valorada en el ámbito laboral y académico, por eso los estudiantes trabajan de manera colaborativa, lo que les permite:

  • Intercambiar
  • Negociar soluciones
  • Fortalecer habilidades sociales.

En el aprendizaje basado en retos no se trata solo de lo que tú haces, sino también de cómo te relacionas con los demás, con el objetivo de desarrollar tu capacidad para abordar desafíos desde diferentes perspectivas.

Integras conocimientos de diferentes áreas

El aprendizaje basado en retos promueve el desarrollo de competencias, ya que los retos no suelen resolverse desde una sola área de aprendizaje, favoreciendo la adquisición de habilidades como:

  • El pensamiento crítico.
  • La creatividad.
  • La colaboración.
  • La comunicación.

Por ejemplo, puedes usar matemáticas, ciencias, lengua y habilidades digitales en un mismo proyecto. Esto favorece una visión más global y conectada del aprendizaje.

Aprendes haciendo y reflexionando

Una de las ventajas del aprendizaje basado en retos es una forma activa y consciente de aprender, porque durante el desarrollo del reto, aplicas lo que sabes y también reflexionas sobre:

  • Cómo lo hiciste.
  • Qué funcionó.
  • Qué podrías mejorar.

El proceso es tan importante como el resultado

En la metodología del aprendizaje basado en retos no se evalúa solo si llegaste a una solución correcta, sino cómo llegaste a ella. Esto ayuda a formar no solo conocimientos, sino también competencias clave para la vida, pues se valoran aspectos como:

  • La participación.
  • La capacidad de investigación.
  • La actitud frente a los obstáculos.
  • La calidad de tus decisiones.

Se fomenta la creatividad y la innovación

Entre los objetivos del aprendizaje basado en retos está desarrollar tu capacidad para innovar y adaptarte a nuevas situaciones, ya que al enfrentarte a un reto abierto, no hay una única solución posible. Esto te da la oportunidad de:

  • Proponer ideas originales.
  • Experimentar. 
  • Buscar enfoques diferentes.

Fortalece habilidades para el futuro profesional

El método de aprendizaje basado en retos busca que aprendas contenidos académicos y te prepara para enfrentar situaciones complejas en el trabajo o en la vida cotidiana, porque cuando resuelves retos desarrollas habilidades como:

  • Liderazgo. 
  • Gestión del tiempo.
  • Resolución de problemas.
  • Pensamiento estratégico.

Tiene impacto dentro y fuera del aula

Con el aprendizaje basado en retos los conocimientos que adquieres no quedan solo en el papel, debido a que muchas veces las soluciones que sugieres se pueden aplicar o compartir con otros. Esto le da un sentido concreto a lo que haces y aumenta tu compromiso, porque genera un impacto positivo en tu comunidad escolar o en tu entorno social.

¿Cuáles son las fases del aprendizaje basado en retos?

El proceso del aprendizaje basado en retos es una secuencia organizada de pasos que debes seguir con el objetivo de llegar a una solución concreta que puedes implementar en el mundo real. Algunos pasos son:

Identificación del reto

La primera fase del aprendizaje basado en retos consiste en identificar una situación real o cercana que necesita ser atendida. El reto debe reflejar un problema concreto de tu entorno, algo que te permita conectar lo que aprendes con situaciones que realmente ocurren fuera del aula.

Esta etapa te ayuda a entender por qué ese problema es importante y cuál podría ser el impacto de buscar una solución. Por eso, es clave que la exploración del contexto y el planteamiento del reto sean inclusivos y relevantes, para despertar tu interés y motivarte a investigar más a fondo.

Brainstorming y formulación de preguntas

Una vez que ya tienen claro el reto, es momento de que participes en una lluvia de ideas con tu equipo de trabajo. El objetivo es reflexionar juntos sobre el desafío y comenzar a formular preguntas que los ayuden a profundizar en el tema.

Este ejercicio estimula el pensamiento crítico, fortalece la colaboración y les permite definir una pregunta clave que orientará toda la investigación y el desarrollo del proyecto.

Desarrollo del reto

En esta etapa del aprendizaje basado en retos, te dedicas a investigar y recopilar información sobre el problema que estás abordando. Para eso, utilizas diferentes fuentes y recursos que te ayuden a comprenderlo mejor y desde distintos puntos de vista.

Esta etapa es clave para avanzar en la búsqueda de soluciones, porque te permite entender el reto a fondo. Además, fomenta la interacción con tu equipo y fortalece el aprendizaje colaborativo.

Uso de tecnologías de la información

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son herramientas esenciales en el desarrollo del aprendizaje basado en retos, porque te ofrecen los siguientes beneficios:

  • Facilitan el acceso a información relevante.
  • Optimizan la investigación.
  • Permiten la creación de materiales innovadores.

Recursos y actividades necesarias

En todas las etapas del aprendizaje basado en retos, es fundamental que cuentes con los recursos adecuados. Esto incluye materiales físicos y digitales, además de actividades prácticas que te ayuden a reforzar lo que estás aprendiendo.

Cuando tienes acceso a una variedad de recursos, se crea un entorno de aprendizaje más dinámico y se estimula tu creatividad para enfrentar el reto de forma completa y efectiva.

Diseño de soluciones posibles

Con base en todo lo que investigaste en las fases anteriores del aprendizaje basado en retos, llega el momento de generar ideas. Aquí, tú y tu equipo analizan diferentes formas de abordar el problema y diseñan una o varias propuestas.

No se trata solo de imaginar soluciones, sino de justificar por qué funcionarían, cómo se podrían llevar a cabo y qué recursos necesitarían. En esta etapa, también puedes hacer pruebas o prototipos si el reto lo permite.

Implementación o presentación de la solución

Esta etapa del aprendizaje basado en retos fortalece tus habilidades de comunicación y síntesis. Cuando tu propuesta ya está lista, llega el momento de compartirla explicando con claridad:

  • Qué hiciste.
  • Cómo llegaste a esa solución,
  • Qué impacto podría tener.

Dependiendo del tipo de reto, puedes presentarla a tu clase, a otros grupos o incluso a personas externas. Lo importante es que comuniques tus ideas de forma clara, ordenada y con sentido.

Prueba en el contexto real

Una vez que has desarrollado posibles soluciones, es fundamental que pongas a prueba tus ideas en un contexto real. Para ello, debes implementar tus propuestas y observar los resultados en un entorno que represente la situación del reto.

Esto no solo te permite evaluar la eficacia de tu enfoque, sino que también te ayuda a comprender de forma más concreta cómo tus soluciones pueden generar un impacto en la realidad.

Difusión y comunicación de resultados

La etapa de difusión en el aprendizaje basado en retos, es clave para compartir los hallazgos y soluciones que has desarrollado. Para comunicar tu trabajo, puedes elegir distintos medios como son:

  • Presentaciones. 
  • Vídeos.
  • Publicaciones en blogs.

Esta comunicación cumple dos objetivos principales: por un lado, ayuda a consolidar el conocimiento que adquiriste durante el proceso; por otro, permite generar conciencia sobre el reto y sus posibles soluciones dentro de tu comunidad.

Evaluación y reflexión del proceso

La última fase del proceso de aprendizaje basado en retos se enfoca en la evaluación de lo que lograste aprender. El objetivo es ayudarte a consolidar tus conocimientos y a transferir lo vivido a otras situaciones en el futuro. Para eso, es importante que reflexiones sobre:

  • Lo que aprendiste.
  • Las decisiones que tomaste.
  • Lo que funcionó bien.
  • Lo que podrías mejorar.

Esta evaluación debe incluir tanto tu autoevaluación como la valoración que te brinda tu docente. Ambas son fundamentales para que puedas tomar conciencia de tu experiencia y seguir creciendo a partir de ella.

Conclusiones sobre cómo implementar las fases del aprendizaje basado en retos que te ayudan a aprender con propósito

El aprendizaje basado en retos es una forma de aprender que te conecta con la realidad, te impulsa a pensar de forma crítica y a actuar con propósito. Es una metodología que transforma el aula en un espacio donde resolver problemas tiene sentido y valor.

Por eso, aplicar este enfoque implica cambiar la manera en que vives tu aprendizaje. Requiere compromiso, participación activa y disposición para colaborar, investigar y tomar decisiones.

Ten presente que aprender con propósito fortalece tus capacidades para enfrentar la vida con más seguridad, creatividad y responsabilidad. A medida que te involucres más en este tipo de experiencia educativa, verás cómo el conocimiento deja de ser solo teoría para convertirse en acción con impacto real.

Si te gustan los retos y quieres estudiar en un entorno que se adapta a tus necesidades, te invitamos a visitar el Bachillerato para adultos de Montaigne y a que conozcas toda nuestra oferta de cursos, congresos y seminarios; también puedes contactarnos que con gusto te ayudaremos.

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