consejos para ser un buen orador mundana

12 consejos para ser un buen orador y mejor comunicador

Quizás te estés preguntando, “¿cómo puedo expresarme mejor y ser un buen orador?”, “¿será que cuento con las habilidades para ello?” Primero debes saber que la ventaja que tienen quienes ya se dedican a ello, es que tienen tiempo desarrollando sus capacidades de oratoria.

Si te gusta la idea de hablar ante el público, dar ideas para brindar soluciones o generar debate sobre algún tema, entonces puedes considerar que tienes una personalidad oradora, aunque es muy probable que no tengas 100% desarrolladas las características de un buen expositor.

Sin embargo, debes tener en cuenta que ser un buen orador es mucho más que solo expresarse mejor. Es ser consciente de que se tiene una enorme responsabilidad y una valiosa oportunidad para generar cambios positivos en las vidas de quienes le escuchen.

Una vez que entiendes lo que es ser un buen orador y lo amalgamas con tus estudios sobre dicción, fonética y desarrollo de discursos, entonces puedes lanzarte a la práctica, que es lo que te garantizará el éxito en tu carrera profesional, y en Mundana queremos compartir contigo lo que sabemos.

¿Qué es un orador?

Una persona oradora es aquella que sabe hablar en público, porque maneja con maestría los recursos de la oratoria. Aunque algunos desarrollan esta habilidad más fácilmente que otros, esto no quiere decir que es un arte que esté reservado para muy pocos. ¡Tú puedes aprender!

Si viste El discurso del rey, seguramente conocerás la historia del rey Jorge VI y su problema de tartamudez. Él también era de los que pensaba: “no puedo expresarme mejor”, “no cuento con los requisitos para ser un buen orador”, pero la disciplina, la práctica y un buen maestro le enseñaron lo contrario.

¿Qué es ser un buen orador?

Queremos decirte algo: tú ya eres una persona con capacidad oradora, que quizás necesite aprender a expresarse mejor para poder convertirse en un conferencista de gran capacidad de comunicación y persuasión, porque de eso se trata el poder de saber hablar en público.

En pocas palabras, ser un buen orador requiere dedicación, estudios y entrenamiento. Eso es lo que diferencia a unos de otros. De nada vale que sepas las técnicas de respiración, si no sabes manejarte con una audiencia, e influir en su toma de decisiones y emociones.

¿Qué es la oratoria?

La gran diferencia entre ser una persona oradora y ser un buen orador está en el manejo del arte de la oratoria, es decir; en la eficacia de transmitir mensajes con elocuencia mostrando seguridad, bien sea para persuadir o emocionar a una audiencia, sin importar el tamaño de esta.

Dicho de otro modo, quienes saben cómo ser un buen orador u oradora no solo saben que el recurso de la voz es importante, sino que saben brindar un mensaje empoderador, que sea construido desde las bases de la retórica para persuadir. Es un gran recurso para profesionales de todas las áreas.

¿Dónde se originó la oratoria?

Para entender lo que es ser un buen orador y los inicios de este maravilloso arte, hay que remontarse a la antigua Grecia, donde los grandes maestros como Aristóteles, Platón, Sócrates y Demóstenes, este último considerado el mejor de todos, discurrían sobre política, ciencias y la vida en Atenas.

Los grandes tratados bajo los cuales se han cimentado las bases de nuestra sociedad occidental actual, nacieron de las ideas y discusiones retóricas que mantenían estos hombres y tantos otros ciudadanos atenienses, cuyo legado traspasa más allá de entender cómo ser un buen orador.

Tipos de oratoria

Antes de revisar las características del buen orador, queremos que conozcas los distintos tipos de oratoria que se practican en la actualidad, pues aunque todas se basan en las mismas técnicas para hablar en público, cada una de ellas varía en su aplicación:

Oratoria social

Este tipo de oratorias son aquellas que se dan en situaciones que pueden ser un rito social para nosotros, como por ejemplo una graduación o un matrimonio, pues busca exaltar el momento de forma emocional. Es en estos espacios donde muchos descubren que pueden llegar a ser un buen orador.

Oratoria pedagógica

Todos tenemos a ese profesor o maestro que con su didáctica, el conocimiento que manejaba y sus habilidades para ser un buen orador podía cautivar a un salón entero con sus clases. Estas personas utilizan el arte de hablar en público para persuadir y motivar a sus estudiantes.

Oratoria forense

El mundo judicial sigue siendo uno de los principales escenarios para hablar en público a nivel global. Muchos abogados, jueces y afines han desarrollado las características de un orador con el fin de exponer informes, discutir en juicios e impartir justicia.

Oratoria persuasiva

Toda persona que desee dedicarse al mundo de la política debe preocuparse por ser un buen orador. Al igual que la oratoria forense, la oratoria persuasiva en la política sigue siendo la principal herramienta para generar cambios positivos en nuestro mundo. 

Oratoria sacra

Los sacerdotes o sacerdotisas de distintas religiones alrededor del mundo han desarrollado la capacidad de ser un buen orador como consecuencia de la responsabilidad que llevan en sus respectivas comunidades religiosas, pues la oratoria es una de sus principales herramientas.

Oratoria empresarial

Y finalmente, tenemos al mundo de los negocios, en donde cada vez más se requiere que los líderes empresariales desarrollen las habilidades de ser un buen orador, con el fin de motivar a sus plantillas a conseguir objetivos, pero también para llegar a acuerdos en las distintas negociaciones.

Las 10 características de un buen orador

¿Pero más allá de los distintos tipos de oratoria que existen en la actualidad, cuáles son las características del buen orador que bien definen a todas las personas a las que les ha tocado desenvolverse en cada una de las áreas anteriores? Veamos este pequeño pero sustancioso listado:

Vestimenta apropiada

Para ser un buen orador a nivel profesional, es vital que pongamos especial atención en nuestra vestimenta, pues ella debe ser acorde al tipo de público al que vamos a dirigirnos. Así por ejemplo, un empresario no va a dar una charla vestido de forma playera frente a sus empleados.

Preparación previa

Entre las cualidades de un orador está el nivel de preparación que este tenga sobre el tema que va a hablar. Además, cuando algo nos gusta nos cuesta menos trabajo llevarlo a cabo, así que si te gusta el tema que estás preparando, las horas de investigación se irán volando.

Entrenamiento constante

Para ser un buen orador hay que tener en cuenta que la práctica hace al maestro. Por ejemplo, Demóstenes, que fue considerado el mejor orador de la antigua Grecia, era tartamudo y solo logró superar su problema con disciplina. ¡Dicen que se metía piedras en la boca para practicar!

Credibilidad

Las cualidades de un orador deben ir acompañadas de las credenciales que le señalan como alguien capacitado para hablar sobre el tema. La oratoria es persuasión, así que debes demostrar que sabes de lo que hablas, para que tu público esté más dispuesto a confiar en tu mensaje.

Buena dicción

Indudablemente, uno de los requisitos para ser un buen orador es tener una buena dicción y proyección de voz, para que de esta manera el mensaje pueda ser comprendido por completo y así, cumplir su función que es la de hacer que tu público cumpla una acción determinada.

Amplitud de vocabulario

Para ser un buen orador hay que ser un buen lector. Decía el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri que “El tamaño del mundo para cada hombre es el de su vocabulario”, lo que quiere decir que entre más amplio este sea, más amplias serán las posibilidades de transmitir un mensaje eficazmente.

Cadencia al hablar

¡A nadie le gusta asistir a una charla monótona, en la que la persona que habla parece un robot, en vez de un humano! La retórica está basada en hablar con buena argumentación, pero también implica a la emocionalidad. Entona tu discurso según vaya corriendo, y mantén enganchada a la audiencia.

Argumentación

Aunque incluso en la antigua Roma mucho se discurrió sobre la falacia, la oratoria no es hablar bonito pero con palabras vacías como muchos lastimosamente creen, sino el arte de poder convencer con argumentos sólidos y contundentes a quienes te oyen de que tú tienes la razón.

Gestualidad y corporalidad

Por supuesto, la comunicación no verbal tiene un peso importantísimo en la oratoria, pues el cuerpo debe acompañar lo que se dice. Para más información, visita el enlace anterior para que te enteres con más detalle sobre la importancia que tiene al acompañar a las técnicas para ser un buen orador.

Contacto visual

Tu audiencia está llena de humanos, no de ogros que quieren comerte. Hacer breve contacto visual con tu público les dará una sensación de calidez y humanidad, que enaltecerá tu discurso porque sentirán que les estás hablando directamente a ellos como individuos, y no a una masa amorfa.

12 consejos para ser un buen orador y mejor comunicador

Entonces, ¿quieres desarrollar las características de un buen expositor como los mundialmente conocidos? Hemos recopilado para ti una serie de recomendaciones que debes considerar a partir de hoy en tu carrera. Esperamos que sean de ayuda para ti:

Conoce a tu audiencia

Para ser un buen orador en público, además de manejar una buena técnica en oratoria, para que tu mensaje llegue de manera adecuada debes estudiar previamente quiénes estarán sentados en tu audiencia, cuál es su perfil demográfico, edad, género, para que puedas amoldar tu mensaje.

Desarrolla un mensaje preciso

Ser un buen orador no es cuestión de hablar palabras vacías y redundantes, sino de construir frases precisas y que sean acordes a la audiencia que va a escucharlas, ya que no es lo mismo hablar para un grupo de adolescentes que para un grupo importante de emprendedores.

Prepárate y estudia con antelación

Para ser un buen orador en público hay que estudiar no solamente la información y hechos con los que vas a convencer a la gente de tu idea, sino que debes entrenarte lo suficiente en el manejo del espacio físico. Practicar te ayudará a aliviar los nervios previos a la presentación.

Trabaja en técnicas que te permitan mantener tus nervios bajo control

Primero queremos decirte que sentir nervios antes de hablar en público es algo perfectamente normal. La diferencia en ser un buen orador es que en ese caso, conocerás de diversas técnicas de respiración, motoras o psicológicas que te permitirán usar ese miedo como tu gasolina.

Exprésate con claridad y confianza

Ya hemos dicho que una de las características de un orador que se considere bueno es, sin lugar a dudas, el buen manejo discursivo a través de la construcción de frases que sean precisas, pero con las que se sienta cómodo al hablar. Si alguna te cuesta, reemplázala por un sinónimo.

Cuenta anécdotas y chistes que te hagan conectar con la gente

Parte de ser un buen orador es saber entretener a la gente con una historia o chiste que les enganche. ¡Utiliza esta técnica como abreboca a tu presentación y luego en espacios en los que se puede diluir el enfoque, para que notes grandes resultados!

Entona tu discurso adecuadamente

Ya te contamos que para ser un buen orador y mejor comunicador debes narrar tu discurso con cadencia, tal cual sueles hacerlo cuando estás conversando muy amenamente con tus amistades. ¡Es exactamente igual! No hacerlo surtirá como un efecto adormecedor para tu audiencia.

Haz que tu lenguaje corporal acompañe lo que dices

Para ser un buen orador debes hacer que tu cuerpo gesticule y exprese en su rostro aquello que transmites con tus palabras. La razón es sencilla: las personas interpretamos más de la comunicación no verbal, que de aquello que nos dicen las palabras.

Tu láminas deben ser concisas

Otro de los puntos que debes tener en cuenta si quieres ser un buen orador es que en el caso de que tu presentación requiera utilizar láminas, estas deben ser lo más prolijas en información para que el público capte lo esencial, y tú no te pierdas leyendo una pantalla.

Haz un resumen antes de cerrar

Antes de terminar tu discurso, y para que a las personas les quede en claro el motivo por el que les has hablado, te recomendamos que hagas un cierre en el que puedas enfocarte en los puntos claves de tu presentación, para que tu público los recuerde. ¡Por supuesto, haz de tu cierre algo agradable!

Deja un espacio para preguntas y respuestas

Ten presente que como parte de ser un buen orador es demostrar que sabes de lo que hablas, te recomendamos que al final de tu presentación dejes un espacio de tiempo prudencial para que los participantes del evento (si aplica) puedan resolver algunas dudas.

Comparte tus datos con aquellas personas que estén interesadas

Antes de terminar, no olvides que el networking también forma parte del proceso de ser un buen orador. Te recomendamos que lleves tarjetas con tus datos de contacto, para que las personas que quieran indagar más o unirse a tu iniciativa puedan tener la manera de localizarte.

Conclusiones finales sobre cómo ser un buen orador y mejor comunicador

Más allá de las técnicas para ser un buen orador, la precisión en lo que se debe decir es fundamental. Bien lo decía Mark Twain; “Si quieres que hable durante una hora estoy listo hoy. Si quieres que hable durante unos minutos necesitaré unas semanas para prepararme”.

Si quieres ser un buen orador y mejor comunicador, nosotros podemos ayudarte en ello, pues de la mano de los profesores de nuestra academia, hemos condensado para ti una serie de videos para que puedas prepararte en esta área. 

También recuerda que tenemos para ti nuestros packs de asesorías personalizadas, con las que podrás contar con un profesor dedicado 100% a tu crecimiento, en cualquiera de las áreas de estudio en las que ofrecemos este servicio.

Como bien lo expresaba Dale Carnegie hace medio siglo atrás: “Siempre hay tres discursos por cada discurso que das: el que practicaste, el que diste y el que te hubiese gustado dar”. Prepárate y confía en que poco a poco, y de la mano de profesionales, pulirás tus capacidades como orador.

Date la oportunidad de desarrollar tus habilidades en oratoria, que como ya habrás notado, podrán ser de gran utilidad para ti en cualquier ámbito profesional en el que te desarrolles, inclusive podrás servirte de ellas a un nivel más humanístico y personal. ¡Confía en ti!

Por último te inivitamos a conocer nuestro curso de oratoria "El poder de la palabra" para que desarrolles esas habilidades que requieres para tu carrera profesional, desde donde quieras y a tu ritmo. Si tienes dudas, haz contacto con nosotros, para ayudarte en lo que requieras.

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